29 de junio de 2009

A mi alma gemela.

A veces quisiera que tus canciones fueran para mí, cada palabra, cada pedazo de corazón que dejas en las estrofas y en los sonidos que a diario llenan mi oído con la fantasía de lo que alguna vez fue.

Hoy estamos perdidos, distanciados, nos desvanecimos sólo así, en el vacío de lo absurdo porque así fue nuestra historia, escrita en la frialdad de lo irreal, de lo que no existe y de lo que nunca pudo ser, ni podrá ser.

Sólo gracias por haberme dado la oportunidad de conocer a ese ser tan mágico que habita en tu alma tan grandiosa, por tu espiritualidad, por la tranquilidad que transmitiste a mi persona con cada una de tus mágicas palabras.

Siempre fuimos esas almas gemelas que nunca pudieron coincidir en ningún lugar del universo, en otros tiempos tal vez, pero muy pasados, arrastrar historias pasadas a las nuevas vidas no permite avanzar al alma hacia donde realmente quiere ir, ni da ninguna libertad.

Como te escribí la otra vez, eres libre, completamente libre, gracias por todo lo que ya te dije renglones arriba y te deseo lo mejor, que encuentres lo que estás buscando… te amé, en algún momento de todos esos que construimos juntos, sentí amarte…

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